viernes, 18 de mayo de 2012
Cómo se adhiere el gas a las bebidas?
Antes
de responder a una más de las grandes curiosidades del mundo industrial, me
gustaría recordarles que las gaseosas están hechas con agua, gas (gas
carbónico, o CO2) y algún tipo de jarabe que les da color y sabor. Pero estos
tres componentes no son mezclados a la misma vez, sino que, primero, los fabricantes
juntan el agua al gas en un aparato llamado carbonizador. Cuando estos dos
ingredientes se mezclan, el agua disuelve el CO2, dando origen a una tercera
sustancia: el ácido carbónico, que se presenta en estado líquido. Después, se le agrega
el jarabe a esa bebida. Pronto: así nace la gaseosa. Si prestamos atención
veremos que cuando la botella está cerrada la mezcla es un líquido homogéneo,
sin burbujas de gas. Sin embargo, cuando
le quitamos la tapita: primero, oímos un “tsssssssss” (el ruido del CO2 escapando),
y después, empiezan a aparecer las burbujas. Eso sucede porque la presión sobre
el líquido disminuye y, lentamente, el ácido carbónico empieza a transformarse
nuevamente en gas y a escapar en forma de burbujas. Ahora que
conocemos el proceso, debemos resaltar dos cosas curiosas del procedimiento de
fabricación de las bebidas. Y es que, hoy en día, puede hacerse de dos maneras
distintas. La primera se llama pre-mix, y es cuando el jarabe y el agua gasificada se mezclan unos minutos antes de ser embotellados, y la segunda, se llama
post-mix, y es cuando la mezcla se realiza en el momento de la venta, a través
de unas maquinas que seguramente ya habrán visto en los locales de comida
rápida.
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