miércoles, 6 de junio de 2012
¿Cómo surgió el hábito de comer palomitas en el cine?
En
el siglo XIX, el popcorn ya era vendido en las ferias de EEUU. Cuando el cine
abrió sus puertas, los feriantes se instalaron en las cercanías para vender
palomitas de maíz y golosinas como el Cracker Jack: una mezcla de palomitas con
maní y azúcar quemado. Al principio, los propietarios de los cines estaban muy
molestos con los feriantes, porque creían que las golosinas distraían a los
espectadores. Sin embargo, en 1920, los empresarios llamaron a los feriantes
para que vendieran palomitas en el cine, y éstos se instalaron en el hall de entrada con
sus máquinas eléctricas que pronto se perfeccionaron gracias a los inventos Charles
T. Manley. Con el tiempo, los cines vieron en esa idea como hacer un gran negocio y abrieron sus propias tiendas de palomitas, las que empezaron a ser cada vez más populares. Hoy en día, gran parte de las
ganancias de un cine se debe a la venta de popcorn. En EEUU, las ventas de
palomitas llegan a cubrir el 45% de la rentabilidad de un cine. Los
norteamericanos consumen por año 15,12 billones de kilos de popcorn, alrededor de
51 kilos por personas. El negocio se ha extendido tanto que, hoy en día, además
de las clásicas (dulce y saldas) también ofrecen palomitas de sabores.
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