Esta
es la historia de Andrew Cunanan (1969 – 1997), el gigoló que se vengó de sus
amantes y clientes, se volvió un forajido y asesinó al diseñador italiano
Gianni Versace.
Cuando Andrew tenía 19 años, su madre descubrió que era gay. Durante una discusión, él la agredió y ella lo echó de casa. Más tarde, una autopsia psicológica reveló que Cunanan padecía un trastorno de personalidad antisocial.
Después de abandonar a su familia y dejar los estudios, Cunanan se radicó en el distrito de Castro, en San Francisco. Allí empezó a frecuentar bares, saunas y burdeles de lujo y terminó ejerciendo la prostitución. En esa misma época, estuvo vinculado a la venta y el tráfico de drogas.
En 1997, Cunanan descubrió que su novio, David Madson lo traicionaba con su ex, Jeffrey Trail. Decidió entonces invitar a su ex a una cena en su departamento y allí lo asesinó con un martillo. Envolvió su cuerpo en una alfombra y se fugó con Madson que no había participado del crimen.
Días después, el cuerpo de Jeffrey Trail fue encontrado por el portero del edificio. A esa altura, Cunanan y su novio ya estaban lejos. Sin embargo, a mitad de camino, los dos discutieron. Cunanan le dio tres balazos a Madson y arrojó su cuerpo a la carretera.
Con el FBI buscándolo, Cunanan partió hacia Chicago para extorsionar a un antiguo cliente: el millonario Lee Miglin, de 72 años. Sorprendido, Miglin fue arrastrado hasta su garaje, donde fue decapitado con una sierra eléctrica. Después, Cunanan atropelló su cadáver varias veces hasta convertirlo en una pasta de carne.
El asesinó se fugó con el auto de Miglin. Cinco días después, encontró una cuarta víctima, en Nueva Jersey. En un intento de cambiar de vehículo para despistar a la policía, buscó refugio en un cementerio y mató al cuidador William Reese con un balazo en la sien. Aunque fue visto por un testigo, logró escapar hacia Florida.
En Miami, Cunanan estuvo escondido durante dos meses hasta cometer el crimen que lo haría famoso. Durante varios días siguió al diseñador de moda italiano Gianni Versace, que vestía a Lady Di y Madonna, entre otras famosas. Cuando éste estaba por entrar a su mansión, Cunanan le disparó dos tiros en la nunca, sin ningún motivo aparente.
Ocho días tras la muerte de Versace, el FBI sitió durante 4 horas la casa en la playa donde estaba escondido Cunanan. Al invadir la finca, los agentes encontraron muchos recortes de noticias policiales esparcidas por el piso. En uno de los cuartos de la casa, hallaron el cuerpo de Cunanan que se había suicidado con un disparo en la boca.
Cuando Andrew tenía 19 años, su madre descubrió que era gay. Durante una discusión, él la agredió y ella lo echó de casa. Más tarde, una autopsia psicológica reveló que Cunanan padecía un trastorno de personalidad antisocial.
Después de abandonar a su familia y dejar los estudios, Cunanan se radicó en el distrito de Castro, en San Francisco. Allí empezó a frecuentar bares, saunas y burdeles de lujo y terminó ejerciendo la prostitución. En esa misma época, estuvo vinculado a la venta y el tráfico de drogas.
En 1997, Cunanan descubrió que su novio, David Madson lo traicionaba con su ex, Jeffrey Trail. Decidió entonces invitar a su ex a una cena en su departamento y allí lo asesinó con un martillo. Envolvió su cuerpo en una alfombra y se fugó con Madson que no había participado del crimen.
Días después, el cuerpo de Jeffrey Trail fue encontrado por el portero del edificio. A esa altura, Cunanan y su novio ya estaban lejos. Sin embargo, a mitad de camino, los dos discutieron. Cunanan le dio tres balazos a Madson y arrojó su cuerpo a la carretera.
Con el FBI buscándolo, Cunanan partió hacia Chicago para extorsionar a un antiguo cliente: el millonario Lee Miglin, de 72 años. Sorprendido, Miglin fue arrastrado hasta su garaje, donde fue decapitado con una sierra eléctrica. Después, Cunanan atropelló su cadáver varias veces hasta convertirlo en una pasta de carne.
El asesinó se fugó con el auto de Miglin. Cinco días después, encontró una cuarta víctima, en Nueva Jersey. En un intento de cambiar de vehículo para despistar a la policía, buscó refugio en un cementerio y mató al cuidador William Reese con un balazo en la sien. Aunque fue visto por un testigo, logró escapar hacia Florida.
En Miami, Cunanan estuvo escondido durante dos meses hasta cometer el crimen que lo haría famoso. Durante varios días siguió al diseñador de moda italiano Gianni Versace, que vestía a Lady Di y Madonna, entre otras famosas. Cuando éste estaba por entrar a su mansión, Cunanan le disparó dos tiros en la nunca, sin ningún motivo aparente.
Ocho días tras la muerte de Versace, el FBI sitió durante 4 horas la casa en la playa donde estaba escondido Cunanan. Al invadir la finca, los agentes encontraron muchos recortes de noticias policiales esparcidas por el piso. En uno de los cuartos de la casa, hallaron el cuerpo de Cunanan que se había suicidado con un disparo en la boca.
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