Para
montar una emisora de radio se necesita: un micrófono, una mesa de sonido, un transmisor,
una atenta, un receptor y algún conocimiento de física, ya que es fundamental
saber hacer que el sonido se propague por el aire a través de ondas electromagnéticas.
El estudio de una emisora de radio es acústicamente aislado, generalmente por
espuma, que logra detener la entrada de sonidos externos. Allí, el locutor habla
por el micrófono que es un “transductor”: recibe la vibración de la voz en
ondas mecánicas y las convierte en corriente eléctrica. El micrófono está
enchufado a una mesa de sonido, en la que también están conectados el
reproductor de cd y la computadora en la que están almacenadas las
músicas, comerciales y efectos de sonido. La señal en forma de impulsos eléctricos
que sale de la mesa de sonido es relativamente débil, por eso debe pasar
primero por un amplificador que aumenta la intensidad de la corriente eléctrica.
En el techo de la emisora está la antena que recibe las señales eléctricas y
las transforma en ondas electromagnéticas. Cada antena emite dos tipos de
señales al mismo tiempo: la onda portadora, que es la que lleva la frecuencia
de radio, y la corriente alterna que contiene el sonido. Ambas señales llegan
al receptor y, cuando movemos el dial, un circuito interno hace que la antena
del aparato oscile de acuerdo a cada estación radial. Los parlantes convierten
las ondas eléctricas en vibraciones mecánicas que son el sonido propiamente
dicho. En EEUU, desde 2002, las emisoras de radio funcionan digitalmente y, hoy
en día, cualquier persona puede crear una emisora de radio online.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.