De
los chinos a los griegos, todas las civilizaciones antiguas ya practicaban algún
tipo de arte circense, pero el circo como lo conocemos hoy en día comenzó a
tomar forma durante el Imperio Romano. El primer circo de la historia fue el
Circus Maximus, que fue inaugurado en el siglo VI a.C., con capacidad para
150000 personas. La atracción principal eran las carreras de caballo, pero con
el tiempo, fueron sumándose las luchas de gladiadores, las presentaciones de
animales salvajes y de personas con habilidades poco comunes, como personas que
tragaban fuego. Destruido por un gran incendio, el anfiteatro del Circus
Maximus fue sustituido en el año 40 a.C, por el Coliseo. Con el fin del imperio
de los Césares y el inicio de la era medieval, artistas populares empezaron a
improvisar sus presentaciones en las plazas públicas, en las ferias y frente a
las iglesias. Esto, sin embargo, es la prehistoria del circo, ya que recién en
el siglo XVIII en Inglaterra surge el circo moderno, con su escenario circular
y un programa de atracciones que incluyen espectáculos de diversas artes.
CIRCUS MAXIMUS - ROMA, S. VI A.C. |
Caballero y ex militar inglés, Philip Astley inauguró, en 1768, en Londres, el
Royal Amphitheatre of Arts para exhibiciones ecuestres. Para quebrar la
seriedad de las presentaciones, alternó números con payasos y todo tipo de acróbatas
y malabaristas. El éxito fue tan grande que, 50 años después, el circo inglés
fue imitado no sólo en el resto de Europa, sino que atravesó el Atlántico y se esparció
por el mundo.
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