La restauración de una obraempieza con la evaluación del cuadro, pasa por la limpieza y por último la pintura es retocada. El primer paso del restaurador es observar la obra para saber la extensión del daño, que va desde el polvo a rasgos causados por vándalos. En ese análisis se verifica si el cuadro ya fue restaurado antes y se calcula la edad para saber qué técnica usar. Cuanto más antigua es la pintura, más fuerte deberá ser el solvente. En el caso de cuadros con mugre (polvo, humedad de vapor, humo de cigarro) el especialista necesita saber si esos residuos están sobre la tinta o sobre la capa externa del barniz que protege la obra. Hecho ese análisis, el especialista comienza a restaurar en sí.
LA PEOR RESTAURACIÓN DE LA HISTORIA |
- Para saber que solvente utilizar (amoniaco, agua, alcohol) sin perjudicar la tinta original, el restaurador moja algodón con solvente y hace testeos en toda el área del lienzo. Cuanto más próximos del rojo, más sensibles son los colores. El producto utilizado para limpiar el verde claro es distinto al utilizado para el rojo.
- Hechos los testeos comienza la limpieza en sí misma. El mayor cuidado debe estar en no remover la tinta original, sino solamente la mugre. En algunos casos, al solvente se lo cambia por un raspaje con estilete. En esta fase, el barniz es siempre retirado, así como restauraciones anteriores.
- En el caso de un agujero o tajo, el restaurador necesita rellenar por detrás con un remiendo de tele y colocar una capa por delante con un derivado de la cal. / La próxima etapa es hacer la restauración retocando la pintar con el mismo tono de tinta utilizado originalmente. Como todo tipo de restauración es reversible, sólo son utilizadas tintas a base de agua y no oleo como la tinta original.
- El último paso es hidratar la obra, para evitar resecamiento. El restaurador aplica una capa de silicona, agua e incluso la propia saliva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.